Algunos sexólogos afirman que no todos los hombres a los que les gusta acostarse con otros hombres tienen que ser gays ni bisexuales. Y claro, una persona que no come carne, igual no es vegetariana…
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Bueno, pues esta corriente dice que ha hecho un estudio en el que propone varios perfiles de hombres que no son homosexuales ni bisexuales, pero que no tienen reparo alguno en meter a otro hombre en su cama. Lo importante aquí sería la falta de angustia ante el hecho.
Aman a las mujeres (y a sus amigos)
Y aunque para hacer honor a la verdad hay que decir que alguno de estos perfiles puedan tener cierta razón de ser, hay otros que su simple mención supone una auténtica barbaridad para cualquier persona medianamente normal.
Lo que también es cierto es que las nuevas generaciones vienen marcando y pisando fuerte sobre este tema, los jóvenes de 20/25 años no tienen ningún empacho en reconocer abiertamente si es que han tenido alguna experiencia con alguien de su mismo sexo, o prestarse a experimentar con la novia de turno si es que surgiera la posibilidad de bucear en esa área.

Hay un grupo de hombres que se siente atraído sexualmente hacia los hombres, pero emocional y románticamente se sienten atraídos por las mujeres. Es decir, hombres que salen y se casan con mujeres, pero luego tienen sexo con otros hombres, ya que su verdadero y más apasionado deseo sexual es despertado por otros tipos. Un eufemismo para decir que o bien alguien está en el armario, o bien que simplemente, es una persona bisexual.

La falta del padre hace que algunos hombres heterosexuales que anhelan el afecto de su progenitor desaparecido buscan mantener relaciones con otros hombres para conseguir el cariño del que carecieron en su niñez. Otra de las teorías que se barajan.
Me sacaron de contexto. Ni homosexual, ni bisexual: heterosexual
De los baños de las estaciones de tren a las bandas de motoqueros pasando por las fiestas de fraternidades estudiantiles, recién llegadas de afuera, pero muy de moda en varias casas de altos estudios con matricula extranjera, –como los elephant walks, ritos de iniciación en los que los recién admitidos deben introducir sus dedos en el ano de sus compañeros– o los bro-jobs –dos colegas masturbándose mutuamente por pasar el rato “la paja cruzada”–, hay un gran número de contextos donde hombres heterosexuales se las ingenian para llevar a cabo actividades inequívocamenente sexuales. Al contrario de lo que la sexología y la sociología habían establecido hasta ahora, los varones no intiman con otros varones tan sólo en contextos de necesidad y ausencia de mujeres –como en una cárcel o en la marina–, sino que también lo hacen incluso cuando no hay ninguna escasez.
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En algunas páginas, varones heterosexuales buscan a otros como ellos para ver porno juntos, pero especifican que no quieren conocer a "gays".
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¿Por qué algunos hombres se acuestan con otros hombres, entonces? En muchas ocasiones, esta actividad con personas del mismo sexo es, paradójicamente, una exhibición de su heterosexualidad a prueba de bombas y una expresión de su homofobia. Es una oportunidad para decir “mira, soy tan hetero que puedo hacer lo que sea sin que ello tenga ninguna consecuencia en mi orientación sexual diaria, que es la de hetero”. O, como se suele decir, “si sos tan hetero, no te importará que otro hombre te la chupe”.
2 comentarios:
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